sábado, 28 de mayo de 2016

Manifiesto.

Somos brillantes en el planeamiento y torpes en el ejecución. Así somos, seres creyentes y dependientes de la seguridad , esa nueva religión que  han venido a vendernos a la puerta de nuestra casa como si vendieran un electrodoméstico. Máquinas pensadas para planear, pero nunca para sentir, 
A ver si aprendemos, que el amor no es predecible, que por mucha esperanza que se tenga, si no te lanzas al abismo y te escondes tras las cervezas de una barra de bar un viernes noche, no vas a conseguir nada más que otra ronda. 
Así que,  hazte un favor y pide la maldita cuenta ya. 

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