sábado, 12 de noviembre de 2016

No es lo mismo:
Vuelve, que incendiaremos el mundo otra vez.
A
Vuelve, que esta vez vamos a incendiar el mundo.

Todo es cuestión de perspectiva, también de empeño y de carburante. En la primera se nos acabaron los cartuchos mientras tu seguías gastando las balas de repuesto en la recamara, y me mirabas con la cara que te correspondía mientras mostrabas un sonrisa traviesa  diciendo " Ahora sí". Sin embargo, en la segunda, fui yo la que tuve la certeza del colosal incendio que íbamos a causar, pero tú no estabas dispuesto a seguir malgastando cerillas. Tal vez sea eso en lo que se diferencian,  las veces que tu te jugarías la vida por mi aun sabiendo que esto no iba a funcionar, y  todo lo que yo apostaría  por ti cada vez que tu sintieses frío.  

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