martes, 31 de enero de 2017

¿Recuerdas aquella noche en la que salimos el uno al encuentro del otro? Cuando nuestras caras llegaron a rozarse nos faltaba el aliento, por no hablar del tiempo, pues esa noche tornaba a su fin. Ya no he vuelto a subirme a ningún tren como ese,  me limito a verlos pasar. Ver como la gente decide subirse , parejas que, al igual que nosotros, toman el tren a gran velocidad; otras, un tanto rezagadas, que esperan hasta el último minuto para no tambalearse, y algunas que se suben por casualidad, es bastante divertido. No lo he vuelto a hacer por el mero hecho de que fuiste tú quién me arrojo a las vías poco tiempo después.

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