domingo, 4 de junio de 2017

Mariquitas

¿Cómo vas a ser feliz jamás si no dejas de compadecerte? Escucha, cuando era niña, me pasaba horas buscando mariquitas. Pero un día, me rendí y me quedé dormida en la hierba. Al despertarme... Las tenía por todo el cuerpo.

Al parecer la vida es como una caza de mariquitas, y 
de que quieres darte cuenta 
las tienes por todo el cuerpo. 
 Es imposible pararlas. 

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